
George Miller ha vuelto a la gran pantalla con su franquicia más conocida.
Mad Max: Furia en la carretera no sólo ha sabido destacar en su saga sino que también se encumbra como una de las mejores películas de acción de la historia. No es una exageración, os animo a reflexionar sobre el cine de acción; lo que nos esperamos todos al ir al cine a ver una película de acción es entrenamiento puro y duro. Todo lo que puede hacer el director es fusionarlo con otro género (ciencia ficción, thriller…) para darle cierto contenido intelectual a una película llena de peleas, tiroteos y persecuciones.
Mad Max nos deja bien claro que una persecución llena de explosiones y brutalidad puede convertirse en una epopeya visual y musical.
El contexto del film nos sitúa en un planeta donde las personas y el entorno han sufrido un gran declive debido a la radiación. Lo único que importa es sobrevivir y para ello se necesita agua y gasolina.
A nivel técnico el fuerte de la película se encuentra en el montaje, frenético y sin puntos ciegos. Un espectáculo de ritmo impecable e implacable compuesto por un director que saca el máximo partido a un guión tan escaso como certero, suficiente para dejar clara las motivaciones de los protagonistas y que nos enganchen por completo.
Porque aquí me encontré con mi mayor sorpresa en la película. Tras ver el tráiler quedó claro el estilo “punk” de los vehículos y de los personajes; excéntricos, agresivos y completamente descabellados estéticamente. Lo que no me esperaba es que los personajes mismos fueran igual, esas pinceladas en el dialogo bastan para apoyar a una narrativa más original, una narrativa totalmente visual. Y eso es lo que hace que una película como esta sea tan superior al resto del género de acción, que de una premisa “superficial” pero entretenida se nos muestre el valor poético de personajes profundos que evolucionan en la película, un contexto muy maduro y realista. Y que nos deja con muchas ganas de más.
Miller no solo revitaliza a Max con la acertada elección de Tom Hardy si no que incorpora a Charlize Theron que consigue eclipsar casi al protagonista, y no por ser la chica guapa.
Furia en la carretera es una película de acción-ciencia ficción, no confundir con ciencia ficción-acción (Matrix, por ejemplo). Y por ello sabe posicionarse en todas las valoraciones. No estamos acostumbrados a este nivel de seriedad e innovación en el género; el resultado es una película poética, poesía de la violencia y la destrucción. No sólo enfocado a que al público le mole, si no a ser una gran película a todos los niveles.
Calificación: 8.5/10
Swordnihil
Gasolina en vena


